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Por Pablo Tiscornia, Head de Innovación, Grupo RUA.

El mundo está cambiando. La transformación digital es un hecho del que ya no podemos escapar. Los negocios para subsistir necesitan ser disruptivos, precisan repensar sus modelos para acompañar las nuevas necesidades que el mercado y la coyuntura social, cultural, política y hasta ambiental, ponen sobre la mesa. 

En las organizaciones de trabajo los colaboradores exigen nuevos procesos, nuevas formas de ejecutar sus tareas diarias y se enorgullecen de pertenecer a empresas innovadoras. El sistema en su conjunto posiciona a la innovación no ya como una necesidad, sino como un deber ser. 

Por otra parte, y a la vez muy de la mano, la tecnología nos acerca un mundo de posibilidades que debemos incorporar en nuestra estrategia. Prácticamente todas las ideas que surgen son factibles de ser realizadas gracias a la tecnología. Estamos presenciando un momento histórico que favorece que casi cualquier proyecto pueda ser llevado adelante. El abanico de alternativas se presenta como infinito. 

Muchas veces me encuentro conversando con directivos de empresas de todo tipo y tamaño, que manifiestan ganas de innovar dentro de sus organizaciones, pero no saben cómo hacerlo. A veces por desconocimiento sobre los procesos y metodologías que se pueden implementar, por no disponer de colaboradores destinados especialmente a investigar y desarrollar innovación, o por carecer de redes con otras organizaciones fuera de sus empresas para hacerlo.  

También están quienes le esquivan al valor que la innovación puede agregarle a sus negocios, que optan por aferrarse a lo conocido, a lo establecido, a lo que de alguna u otra forma, funciona. Entonces si funciona, ¿por qué debemos cambiarlo? 

Motivos para no innovar hay miles. La cuestión es preguntarnos: ¿qué nos pasa que no innovamos? ¿Qué nos impide hacerlo? Detectar aquellas situaciones que obstaculizan el proceso de innovación en una empresa resulta clave para buscar alternativas. 

Desde la experiencia que vivimos en Coopera Innovation Hub, plataforma que creamos en #GrupoRUA para fomentar la innovación, tanto dentro de las distintas unidades de negocio que conforman al grupo, como fuera del mismo, entendemos que uno de los principales motivos que impiden la innovación en las empresas es que estas no siempre pueden hacerlo por sí solas.  

De ahí surge una de nuestras principales motivaciones: acercar necesidad con posibilidad. Nos gusta decir que somos un puente entre esas ideas o proyectos de alto impacto pero que no tienen la fuerza suficiente para ser ejecutadas, con quienes necesiten tomar ese valor para potenciar sus negocios. 

No hay una sola forma de innovar, no existen recetas ni fórmulas mágicas. Cada organización es un mundo y se maneja dentro de sus posibilidades.  

Ante estos distintos escenarios y gracias a la experiencia recogida en el acompañamiento que realizo tanto de los proyectos incubados dentro de COOPERA, los distintos programas que ejecutamos y el aporte de las organizaciones aliadas, es que planteo lo que yo llamo ¨los 6 imbatibles para innovar¨: 

  • No intentar inventar la rueda: muchas veces confundimos innovar con la ocurrencia de una idea absolutamente nueva y nunca antes jamás implementada por nadie. Esto no es así. Innovar puede ser simplemente modificar un proceso de trabajo que ya no se adecúa a nuestras necesidades actuales. Innovar puede hacerse incluso sin valernos de la tecnología. No busquemos la super ocurrencia, empecemos por cambiar lo que está a nuestro alcance. Pero empecemos por algo. 
  • Hacer sinergias: si una empresa no puede destinar recursos para fomentar la innovación in house, generar alianzas con quienes si puedan hacerlo es una gran alternativa. El proceso de innovación es por naturaleza colaborativo. Necesita valerse del aporte de distintos actores para subsistir. Lo mismo pasa con las ideas o proyectos en etapas iniciales de desarrollo, si una startup no cuenta con la fuerza suficiente para despegar, puede acercarse a quien necesite de ese valor agregado para su negocio y capitalizar así la idea original.    
  • Confiar en la tecnología: hoy la posibilidad que nos ofrece la tecnología es inmensa. Y nuevamente, si no disponemos de los recursos para el desarrollo tecnológico dentro de la empresa, busquemos quién puede hacerlo. Hoy en día existen múltiples empresas de desarrollo también conocidas como Software Boutique que se dedican a desarrollar todo tipo de tecnologías a medida. 
  • Fomentar una cultura organizacional innovadora: si una empresa quiere innovar debe empezar por incorporar a la innovación como parte de su cultura de trabajo. Sus colaboradores deben vibrar a la innovación, deben sentir que forman parte de una organización que piensa fuera de la caja, que está dispuesta a ser disruptiva en su tiempo y en su lugar. También, deben propiciar espacios para que aquellas ideas que puedan surgir de los propios integrantes de la organización sean llevadas adelante. En otras palabras: dar lugar para que surja la magia.  
  • Mirar hacia afuera: no podemos quedarnos solamente en nuestras necesidades y sus posibles soluciones. Miremos lo que hace la competencia, lo que hacen nuestros clientes. Sepamos qué están desarrollando otras startups, investiguemos qué necesitan determinados sectores para potenciar su productividad. El proceso de innovación se nutre del aporte de distintos actores y ese camino se recorre necesariamente traspasando los límites de lo conocido.  
  • Un elefante se come de a pedacitos y un objetivo tambien: Conseguir algo depende de la división en tareas que vayas planificando.

Nuevamente, no existe una única forma de dar lugar a la innovación. Pero podemos empezar por algo.  

Desde COOPERA nos encontramos desarrollando múltiples programas que son vehículos para la innovación. Nos especializamos en conectar, acompañar y guiar. Si sos una empresa que necesita innovar, podemos ayudarte. Si sos una startup o simplemente tenés una idea que necesita ser acompañada, estamos listos para escucharte y aconsejarte de la mejor forma que entendemos. 

Apostamos a la sinergia, la colaboración y la co-construcción como las mejores alternativas para innovar y no morir en el intento.